El Amateur B logró ayer, ante el Gornal, su victoria más importante de la temporada. El 1-2 final otorgó a los verdiblancos el título de campeones de 4ª División Catalana. Los chicos de Christian celebraron esta mañana el éxito delante de toda la afición del CF Singuerlín que estuvo presente en la Fiesta Verdiblanca.
A vida o muerte. Así se presentaba el encuentro que nuestro Amateur B iba a disputar el domingo, última fecha de abril, a las 6 de la tarde en L’Hospitalet. Un triunfo traería el título de campeón de 4ª División para Santa Coloma, una derrota nos dejaría a todos con la miel en los labios. El Gornal, rival de nuestro Segundo Equipo en el día más crucial, sería el último gran obstáculo de una temporada redonda.
A pesar de no tener opciones de cara al título desde hace más de una semana, los locales saltaron al campo con la intención de competir y luchar cada acción. El Singuerlín, apoyado por aproximadamente un centenar de familiares y seguidores que se desplazaron con el equipo, dominó desde el comienzo pero con la sensación de que el rival no perdonaría en cualquier contraataque. Después de insistir llegó el 0-1 tras una buena jugada combinativa del Amateur B y que acabó con un pase atrás desde la línea de fondo que Jorge no perdonó dentro del área. La tranquilidad duró relativamente poco. Un atacante del Gornal, 20′ después del gol verdiblanco y tras la ejecución perfecta de un libre directo, devolvió el empate al marcador y envió el partido al descanso con igualdad total en el electrónico.
Tras el parón, el encuentro se reanudó con la noticia de que, tras los resultados definitivos de otros partidos decisivos del grupo, un empate también valdría para que los nuestros fuesen campeones. La mentalidad, eso sí, no cambió. El objetivo siguió siendo ganar el partido para no sufrir al final. Los nervios pasaron factura y evitaron que los de Christian plasmaran en el campo su mejor fútbol, aunque se mantuvo la tónica de la primera mitad, con un equipo local sufriendo para mantener el balón y con un Singuerlín que trataba de hacer llegar el esférico a sus dos delanteros. Y así, tras un tramo de muchas acciones de contacto y tres avisos de los visitantes, llegó el gol que decidiría el partido, el título y un año entero. Jorge volvió a aparecer dentro del área, esta vez para aprovechar un rechace de un disparo desde la frontal. Y estalló la locura en el sector verdiblanco de las instalaciones deportivas del barrio de Gornal.
Lo cierto es que futbolísticamente sucedieron pocas cosas más. El Gornal no disfrutó de más ocasiones claras y los nuestros se centraron en no perder el esférico en zonas comprometidas sin olvidarse de un hipotético 1-3 que lo acabaría de sentenciar todo. Un 1-3 que nunca llegó. Pero no importa. Con el pitido final el título se teñía de los colores del Singuerlín. Invasión de campo, risas, cánticos y un equipo tremendamente feliz por obtener el premio merecido a un largo año de trabajo. Un premio que se celebró esta mañana en la Fiesta Verdiblanca y que permitió a gran parte de la masa social del club disfrutar de este éxito con sus protagonistas.
